Apuntes para la Participasión

Comunidad, Participación y Ciudadanía


Herramientas para la resistencia y la resiliencia (1)

(Ahora mismo, pero en los próximos tiempos más todavía, necesitamos fortalecer dos estrategias fundamentales en los procesos socio-comunitarios: la Resistencia, para defender la vida, los derechos humanos, la igualdad, la naturaleza, lo público, el bien común…, y la Resiliencia, para construir comunidad y dar respuesta, desde la colaboración y la ayuda mutua, a las necesidades vitales de todas las personas. Para ambas hacen falta muchas herramientas colectivas, desde las más complejas a las más sencillas, y hemos de aprender a apropiarnos de ellas, a hacerlas nuestras. Estas notas son un intento de organizar las ideas, lo que hemos aprendido sobre distintas formas de movilización social).

APRENDIZAJES SOBRE LAS MANIS

Uno. Las manifestaciones y concentraciones son actos callejeros de sensibilización, reivindicación y protesta “masiva”. Cuanto mayor sea el número de personas participantes mayor será su impacto social y su influencia para cambiar cosas.

Dos. También sirven para reforzar la conciencia colectiva, la motivación y la cohesión en torno a una causa común de aquellas personas que participan en la mani, y para conseguir simpatías y apoyos de quienes la presencian.

Tres. Las manis o concentraciones deben ser parte de una estrategia más amplia, que incluya otras tácticas y formas de sensibilización, reivindicación o protesta. No deben ser un hecho aislado o improvisado, aunque a veces surjan de forma espontánea como reacción a algo importante.

Cuatro. Es fundamental que la convocatoria llegue al mayor número de personas posibles, lo que implica informar, difundir, comprometer… por distintos medios (boca a boca, teléfono, wasap, carteles, reparto de volantes, buzoneadas…). No hay que dar por hecho que todo el mundo frecuenta las redes sociales. Hay que convocar con tiempo suficiente, con más antelación cuanto mayor sea el impacto que buscamos.

Cinco. Además de tener en cuenta el tiempo necesario para difundir la convocatoria, a la hora de fijar la fecha de la mani no se debe “competir” con otras convocatorias sociales en las mismas o en fechas próximas. Si las manifestaciones y concentraciones sobre distintas causas sociales se suceden muy seguido, se “queman” mutuamente. Han de coordinarse agendas, para no saturar y confundir a las personas que queremos movilizar, que muchas veces serán las mismas.

Seis. Es conveniente diversificar las formas de reivindicación y protesta (concentraciones, sentadas, asambleas, ocupaciones, círculos de silencio, piquetes informativos o de denuncia, acampadas, marchas, pintadas, buzoneadas…) buscando las tácticas más adecuadas para cada ocasión. Es muy aburrido hacer siempre lo mismo, en los mismos lugares, con el protagonismo de las mismas personas… Acaba convirtiéndose en una rutina más.

Siete. Las manis no deben ser largas y agotadoras (si queremos que vayan familias, personas mayores…). El recorrido debe buscar la máxima visibilidad social, recorrer las calles y plazas donde vive o se concentra la gente a la que queremos llegar. Es conveniente variar los recorridos y lugares de concentración. Las manis deben pasar (o quedarse allí) por la puerta del destinatario del mensaje principal.

Ocho. El mensaje principal de la mani (lo que reivindicamos, defendemos, exigimos…) debe ser muy claro para cualquiera que lo lea o lo escuche, reflejándose en las pancartas y lemas. La reiteración (repetir, repetir, repetir…) es buena. No es conveniente mezclar mensajes de causas diversas en la misma mani (salvo que estén clara y directamente interconectadas esas causas) porque confunden a la gente.

Nueve. El/los destinatario/s principal/es del mensaje de la mani o concentración debe estar claro (el gobierno, ayuntamiento, gobierno regional, empresa, entidad pública o privada, la comunidad en general, un sector social, un personaje público…). Cuanto más se personalice y se le ponga cara a la protesta o la reivindicación, mejor.

Diez. También hay muchas destinatarias y destinatarios “indirectos”: las personas que van por la calle, que ven y escuchan la mani, los medios de comunicación que se hacen eco de ella, los propios participantes que extienden y multiplican los mensajes en su entorno…

Once. Las manifestaciones deben hacer mucho ruido (aunque el silencio también lo hace, cuando se utiliza para la protesta). La música (charanga, batukada, grabaciones …) ayuda mucho a crear ambiente y llamar la atención.

Doce. La creatividad y la imaginación deben estar presentes en todos los elementos de la mani para conseguir la atención de las personas participantes y las espectadoras. Se trata de poner calor y color en las concentraciones. Las performances y representaciones de teatro callejero ayudan a entender los mensajes.

Trece. Los lemas y las canciones a corear deben estar preparados previamente, ser claros e ingeniosos y a poder ser, divertidos. El humor es una eficaz herramienta de reivindicación y lucha.

Catorce. Las pancartas, lo mismo que el resto de los elementos, deben tener claridad, color, calor, humor… Si somos pocas las personas participantes, mejor llevar pancartas individuales de cartón con palo y avanzar despacio en fila india, o en círculo en la puerta del destinatario principal.

Quince. La elaboración previa de pancartas colectivas e individuales y de lemas puede ser una buena ocasión para reforzar la motivación y la conciencia colectiva, que se puede abrir a todas las personas participantes (anunciándolo en la convocatoria, por ejemplo).

Dieciséis. En general, la marcha debe ser fluida. El ritmo puede cambiar, para sentarse en el suelo, correr por filas cogidos de los brazos, saltar al mismo tiempo, caminar hacia atrás, parar para escuchar pequeñas intervenciones o performances en distintos lugares del recorrido, etc., etc. Los parones en las marchas largas, revientan los riñones.

Diecisiete. También se pueden realizar acciones que impliquen a toda la mani: corear lemas alternando las mitades delantera y trasera de la mani, pasar de mano en mano grandes globos o balones de playa, desplegar grandes banderas o pancartas por encima de las personas, escuchar intervenciones breves en puntos del recorrido…

Dieciocho. Los megáfonos (o las personas con vozarrón) son herramientas claves para animar los lemas y los cánticos y deben situarse al comienzo y en el centro de la marcha, o moverse recorriéndola. Su acción debe ser coordinada.

Diecinueve. Los lemas deben ser fáciles de entender y corear. Los mejores son los lemas positivos, que proponen algo. Se deben evitar los insultos personales (queremos que las personas que ven la mani simpaticen con ella).

Veinte. El “servicio de orden” se ocupa tradicionalmente de que todo se desarrolle conforme a lo previsto. También podemos llamarle “Servicio de Cuidados”, por no poner el acento en el orden sino en la atención a las personas participantes. ( Ver la experiencia del CIRCA. https://es.wikipedia.org/wiki/Clandestine_Insurgent_Rebel_Clown_Army)

Veintiuno. Al final de la mani no conviene enrollarse mucho (la gente estará cansada y tal vez al sol). La sucesión de largos y sesudos discursos o comunicados, la intervención sucesiva de todas las entidades convocantes, el anuncio de otras convocatorias próximas… en malas condiciones de megafonía, no sirve para captar el interés de las personas participantes. Desmotiva.

Veintidós. No nos empeñemos en decirlo TODO. Es mejor dejar mensajes finales claros y breves, que sean fáciles de recordar y transmitir a otras personas del entorno familiar o de relaciones. También se pueden repartir en mano volantes con las informaciones e ideas más importantes, para facilitar esa transmisión.

Veintitrés. Las banderas y otros símbolos de un grupo determinado, sindicato o partido, que convocan o apoyan, deben subordinarse al propósito y sentido de la concentración o la mani, sin quitarle a ésta ningún protagonismo. En las concentraciones y manifestaciones “unitarias” es preferible prescindir de esos símbolos particulares.

Veinticuatro. Las manifestaciones y concentraciones han de ser una clara expresión de reivindicación, protesta, denuncia… pero también una experiencia emocionante y positiva para las personas que participan en ellas, que les haga desear volver a participar la próxima vez. Porque los cambios no son el resultado de una sola mani, sino – en todo caso- de una suma de acciones diversas, el resultado de un proceso. El camino del cambio social no es un sprint sino una carrera de fondo. Y para esa carrera necesitamos a la gente.

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Una respuesta a “Herramientas para la resistencia y la resiliencia (1)”

  1. Me encantan tus razonamientos Fernando, y hoy me apetece comentarte, y perdona que haga esta aportación y te comente desde mi experiencia personal poco positiva pero realista, ¿ como se hace cuando todas estas buenas ideas quedan a expensas del visto bueno de alguien omnipresente a quien hay que atribuir de manera incuestionable todos sus logros.?.. y con ellos yá el desmantelamiento de todo el tejido social al margen de… lo que se vende hacia fuera de cooperativismo, viviendas, trabajo etc… y yá vale toda ambición y comportamiento de tod@s los personalismos que no solo cada cuatro años, acuden de manera incuestionable a posicionarse de manera sumisa y obediente ?

    Resulta a veces muy difîcil y doloroso no solo aquí en mi pueblo, ver en todos los niveles como casi todo se viene abajo, y lo que perdura salvo algunas queridos grupos de asociacion y resistencia o excepciones.., es bajo el sostén y paraguas de la obediencia y el autoritarismo, que No de la conciencia.

    Mal vamos cuando no solo no se aceptan las ideas, los posicionamientos y la autocrítica, sino que por interés político y conservadurismo, se ignora o se niega sin posibilidad de argumentar ningún debate, cuando se actúa de manera contraria e incoherente a nuestros principios de transformación social y/o pacifistas, sino que además se combate y refuerza tapando la verdad con mentiras, hechos incoherentes y nada éticos, como son incitar al odio, y hacer publicamente señalamientos violentos, de miedo, discriminación y servilismo, etc..

    Hay un refrán que me decia un viejo amigo desde su decepción también, que dice que la naranja sale verde y el tiempo le da el color». Cuanta razón tenía el «candil», y ojalá las próximas cosechas que nos queden por ver, lo hagan creciendo de manera natural y saludable, y no cambiando varias veces de color…

    Salud y abrazos !

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